“El Mensaje a la Iglesia de la Ciudad de Sardis”
-La Ciudad de los supervivientes entre los muertos vivientes-
A.M.L. “Rosa Mística” de la F.R.A. en España
¡Paz, Tolerancia Verdad!
“Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios (Siete candelabros), y las siete estrellas (El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias {Apocalipsis 1:20}), dice esto:
Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto (Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios {Lucas 9:60}). Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir (Los días del Hombre); porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.” (Apocalipsis 3:1-6)
Cómo venimos afirmando, es un gravísimo error considerar literalmente las palabras de la Biblia, especialmente del Nuevo Testamento; por lo tanto, no es que Dios posea tres personalidades diferenciadas persé, sino tres y siete manifestaciones que nosotros podemos percibir; en tanto que como Dios es infinito, sus formas y manifestaciones, aunque nos sean imperceptibles, también son infinitas.
Nuestro Mundo, a los sentidos físicos, es bipolar y se manifiesta de forma trinitaria en tanto que un Cuerpo Físico necesario para la manifestación en el Mundo, un Espíritu que es el verdadero Ser Eterno e Inmortal que se manifiesta y una Alma necesaria, como interfaz, necesaria para unir el Espíritu con su vehículo de manifestación.
Nuestra percepción de la Trinidad Divina en tanto que Padre (Dios), Hijo (Manifestación de Dios) y Espíritu Santo (El intermediario entre Dios y su manifestación en el Hijo) no son otra cosa que un reflejo de nosotros hacia Dios y de Dios hacia nosotros, en tanto que Dios se encuentra en todas partes, también en nosotros mismos.
Así, en cuanto que la Teosofía Rosacruz nos indica que en el Mundo de la manifestación existen, a modo de divisiones entrelazadas, siete planos, dentro de los cuales se manifiesta, en diferente vibración, la propia Naturaleza y el Hombre mismo, así se entiende que, también en esos planos de existencia, se manifiesta el propio Dios; y a eso se lo denomina como los siete Espíritus de Dios, los siete candelabros encendidos y las siete Iglesias en el Mundo del Hombre.
Esas Siete Iglesias, como ya dijimos, no son otra cosa que la transliteración de las siete idiosincrasias mediante las que se manifiesta la única Congregación Eclesiástica (Eclessia) de Cristo, Dios, nuestro Maestro y Señor en el séptuple Plano de Manifestación.
Así, una de las formas más común de Iglesia entre los hombres es la constituida por aquellos que, aún creyendo en Dios y en la Salvación de Cristo, se encuentran, no obstante, profundamente dormidos; de ahí lo de muertos en vida; en tanto que esa Creencia no posee la verdadera fortaleza de la Gnosis, la verdadera Fe.
El propio nombre de la Ciudad de Sardis nos da la pista de que se trata de una Iglesia constituida por muchos muertos en vida, gente sin verdadera Fe; pero entre los que podrían encontrarse unos pocos supervivientes, hermanos con verdadera Fe, que merecen la atención de Cristo Dios.
Es la primera vez que se indica que Dios no encuentra perfectas las obras de su Iglesia y les reclama para que despierten; es decir, se arrepientan de esa inercia ensoñadora en la que permanecen dormidos, como muertos y que prediquen o profeticen sobre lo que ha de acontecer en los últimos tiempos, antes de la venida de Cristo en las Nubes y, con ello, el final de todo lo existente y los propios días del Ser Humano sobre la Tierra. Ésta Prédica de aquellos que arrepentidos despiertan va dirigida a despertar, inducir la Gnosis o Fe, a sus hermanos y que se encuentran más dormidos, aún, que ellos mismos.
El Mensaje a la Iglesia de Sardis, resumiendo, trata de indicarnos que no debemos dormirnos en los laureles; es decir, dejarnos llevar por la rutina y la inercia de una Creencia vacía y sin contenido, pues sólo la Fe produce obras buenas y espirituales procedentes de Cristo. Debemos permanecer alerta y siempre expectantes, no vaya a ser que la Venida del Señor, o la Muerte según se mire, nos alcance mientras nos encontramos en esa situación de sueño profundo que aquí se denomina como estar muertos para el Espíritu, en tanto que no tener Fe es eso mismo y si eso ocurriera, la segunda y definitiva muerte sería irremediable, perdiéndose nuestra Personalidad Conciencia y Memoria de la Vida para siempre.
Permaneced ojo avizor y estad atentos a los acontecimientos, día a día, hora a hora, minuto a minuto, porque el Señor tu Dios puede hacerte una visita, mediante muerte individual o colectiva, en cualquier instante. ¿Te encuentras preparado?
En Luz, Verdad, Amor
¡Que las rosas florezcan sobre vuestra Cruz!
Frater Aralba R+C, S.C. de la F.R.A. de España; Linaje Huiracocha, Aureolus, Camael, Amorifer
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