"La Iniciación desde un punto de vista analítico"
-Existen muchas visiones; pero solo una es la correcta-
Son legión, bueno no tanto, los que desearían que nuestro Colegio Invisible de la Rosacruz se sumara a la trayectoria dramática de las más importantes organizaciones rosicrucianas que, como buenas herederas de la Masonería Anglosajona, han mantenido una trayectoria teatral bastante importante en su concepto, acertado o equivocado, de lo que es la Iniciación.
Nuestro gran e incomprendido Maestro Nau, Nicolás González, quien fuera Maestro de la Logia de AMORC, Columbus, en Madrid, era el perfecto Dramaturgo que sabía dar luz y color a sus lustrosas e iluminadas dramatizaciones iniciáticas.
En más de una ocasión, para asombro mío, me preguntó del ¿Por qué de mi afán por las dramatizaciones iniciáticas? Entonces no sabía lo que trataba de decirme, pues en aquella Época ya estaba de vuelta de la iniciaciones teatralizadas; pero hoy, conociendo mi innata condición de Autista de Grado 1, lo entiendo. En realidad, cuando coincidí con mi amadísimo Nau, ya conocía el verdadero Ser de lo que es la Iniciación y era consciente que las dramatizaciones seudomasónicas solo eran un bonito espectáculo para deleite de los sentidos; pero, hombre, si había que meterse en el Papel había que hacerlo del todo y de la forma más perfecta posible y eso es lo que Nau, interpretó erróneamente, como un interés, de mi parte, desmedido por las dramatizaciones teatrales.
Salvo las procedentes exclusivamente de la Rama Teosófica, como la Rosicrucian Fellowships o el Lectorium Rosicrucianum, el resto de agrupaciones rosicrucianas, de procedencia masónica o mixtada con la Teosofía, son extremadamente ricas en sus dramatizaciones rituales.
En nuestro "Colegio Invisible de la Rosacruz", a modo ilustrativo y de mera curiosidad, hemos incluido un ritual, por Grado, correspondiente a la actualmente existente Rosacruz an Anglia, que es una Organización Masónica perfectamente reconocida. El no incluir la del Grado noveno es porque no la hemos encontrado en Internet y dado mi escaso interés en las, vamos a llamarlas, iniciaciones teatralizadas, no voy a ponerme a diseñar un ritual personalizado para el Noveno Grado.
Por experiencia propia, cuando alguien interpreta el Personaje protagonista del Postulante o iniciante, requiere por parte de uno, un importante esfuerzo de concentración para que la dramatización salga perfecta y eso, a pesar de que el Postulante es el único Personaje que desconoce, en su totalidad, el guión y tiene que ser original y auténtico a cada paso que da o palabras que se le hace pronunciar.
Lo que trato de indicar es que esa improductiva pseudo iniciación externa puede ser un bonito homenaje a lo que, en verdad es, la única, verdadera y efectiva iniciación interna; pero confunde al espectador profano en su apreciación falseada de lo que es la verdadera Iniciación.
Los rituales iniciáticos de "La Rosacruz de Oro del Antiguo Sistema" Siglo XVIII, a lo mejor se encuentran perdidos en algún tenebroso baúl de alguna ignota biblioteca medievalista; y aunque la Rosacruz an Anglia se presume como la legítima continuadora de la masónica Rosacruz Alemana, lo cierto es que lo único que mantiene como supuesta Herencia son el número y nombre de sus rituales; de hecho, en realidad no sabemos si los masones se vestían con las túnicas que se revisten sus actuales y homónimos anglosajones o si sus rituales, inspirados en el bagaje interpretativo masón, tienen algo que ver con lo que los teutones desarrollaron en sus oscuras e ignotas logias.
Otra Institución Rosicruciana que dice heredar la memoria de la Rosacruz de Oro es la Golden Dawn que, en realidad, nace a rebufo de la Rosacruz an Anglia con la intención de incorporar en sus filas a chicas, cosa que no se puede en la Masonería Regular, y recordemos que la Rosacruz an Anglia es pura Masonería Regular. Aquí, en la Golden Dawn, gracias a su verdadero creador, Macgregor Mathers, y constructor de sus invocaciones y rituales, la cosa se sale de madre y adquiere un carácter puramente egipcio, sumándose así a la fiebre egiptológica del Siglo XIX divulgada por obras ficticias de masones como Mozart y amplificadas por la obra científica de Champollion.
Otra de las organizaciones que se inspira, someramente, en la Rosacruz de Oro del Antiguo Sistema es la AMORC, Antigua y Mística Orden Rosae Crucis, asumiendo el nombre de sus nueve grados y sumándole algunos más, a título Illuminati, con el fin de sumar, creemos que no lo consigue, más valor que sus predecesoras. Aquí los rituales son versiones suavizadas y desnaturalizadas de su condición masónica, por un lado del Rito Egipcio de Menphis Mizraim y por otro del Escocés Rectificado tan soldado al Martinismo como la propia AMORC.
Pues bien, aún dando por bueno que solo existe una verdadera Iniciación Interna cuya versión dramatizada es la admisión a Logia del Aprendiz Masón, lo cierto es que esa Dramatización ha ido sufriendo, durante la Historia, infinidad de variaciones diversificadas hasta constituir ese casi infinito abanico iniciático que hoy existe dividido entre los diversos grados masónicos y de las estructuras pseudo masónicas de las instituciones rosicrucianas inspiradas en la Masonería.
Es como si sobre una humilde hermita, en mitad del campo, se hubiesen construido, una tras otra iglesias y catedrales más grandes hasta constituir una monstruosa basílica alrededor de la cual se hubiese construido una gran ciudad. En realidad la verdadera Iniciación es algo muy simple y básico; pero la Naturaleza Humana tiende a complejizar más y más lo simple hasta convertirlo en irreconocible. Así ha llegado hasta nosotros, de forma teatralizada, algo que solo puede suceder en nuestro interior.
Suponemos que alguien, en algún momento de la historia de la Humanidad, al calor del hogar contó su experiencia iniciática interior y, entonces a, alguno de los oyentes, amante del teatro, se le ocurrió proporcionarle una forma física teatralizada con el fin, ignorante, de que cualquiera pudiera tener acceso a la experiencia iniciática en una forma pública y visible. Así, la Iniciación interior, la verdadera, pasó a ser plagiada con el fin de, inútilmente, reproducirla y servirla al público como si de hamburguesas, perritos o pizzas se tratara.
Hasta tal punto es todo esto cierto que el mismo MacGregor Mathers llevó algunos de sus muchos constructos dramatizados a las salas de Teatro de París, lo que nos hace recordar las magníficas y originales dramatizaciones teatrales que recreara mi Maestro Nau dentro de las instalaciones madrileñas de la Amorc, en su antigua Sede de la Calle de Hernani. Unas recreaciones que no tuvieron la repercución debida dentro de la envidiosa cúpula de la Organización y por lo que el Maestro tuvo que abandonar, de motu propio, la Organización que había ayudado a engrandecer.
Realizar un Ritual cualquiera, una Invocación, Rezo u Oración, del mismo modo que una dramatización iniciática es algo muy simple para un Escritor enamorado del Ocultismo e inspirado por su vocación; pero lo que proporciona efectividad a todo ello no es la inútil repetición por parte de los loros que repiten lo que alguien algún día, inspirado, plasmó sobre el papel, sino lo que sale originalmente del Alma de cada quien; porque la Iniciación pese a quien le pese, no puede duplicarse dado que es una experiencia intransferible del Uno para el uno, con el fin de que el uno, la mortal Personalidad, pueda pervivir en la Inmortalidad del Uno, de Dios.
Cuando se nos ha solicitado algún rezo o ritual nosotros lo hemos construido de buen grado y regalado a los peticionarios; pero el mejor rezo y el mejor ritual es el que procede del Alma y se mantiene en el interior del Individuo para no ser prostituido y tergiversado en el exterior por las diversas interpretaciones que proporciona un Mundo de permanente Ilusión y donde la Verdad no puede contemplarse por encontrarse recubierta por esferas multicolores.
En memoria de Nau
Aralba R+C
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