"Consecuencias para el Espíritu del Mundo tras cada nacimiento y con cada fallecimiento"
¡Paz, Tolerancia, Verdad!
AML "Rosa Mística" de la FRA de España
El Espíritu es inmutable; no se mueve y le pertenece a Dios permaneciendo fuera del Espacio Tiempo. Es el Alma espirirual, cuando fallece un Individuo, la que regresa al Plano Espiritual; pero ese es un proceso largo de explicar y que daremos a conocer, también, a continuación.
Pero sí, con cada fallecimiento se desfragmenta el Alma original del Demiurgo, al contrario que con los nacimientos que aumenta la fragmentación; lo que sucede es eso, que no dejan de nacer nuevas criaturas y no solo de la Humanidad sino de todos los seres vivos. El proceso de creación es un proceso de fragmentación contínuo y que no parará hasta que la reintegración de los seres y del Universo se produzca y solo será posible tras el fin del Mundo mediante su colapso en un Big Crunch.
Para que pueda entenderse bien nos tenemos que remontar hasta el mismísimo instante de la Creación y que viene explicado, de aquella manera, en los primeros capítulos del Génesis.
"Entonces el Señor, "en el Sexto Día" Dios modeló al hombre de arcilla del suelo, sopló en su nariz aliento de vida, y el hombre se convirtió en ser vivo”
(Génesis 2: 7)
Y también:
"El séptimo día terminó Dios lo que había hecho, y descansó. Entonces bendijo el séptimo día y lo declaró día sagrado, porque en ese día descansó de todo su trabajo de creación."
(Génesis 2: 2-3)
Estos dos pasajes bíblicos esconden un gran secreto gnóstico que no ha sido desvelado hasta éste tiempo.
El Demiurgo que es el Protagonista principal de la Creación, realiza con ayuda de sus arcontes un Mundo espacial y temporal constituido de materia.
Según la Gnósis, la Creación era, en principio, más parecida a una inmensa escultura que a otra cosa, dado que carecía de movimiento; es decir, de vida. Es decir, el Demiurgo se había limitado a tomar las Ideas preexistentes en el Pleroma, el verdadero Dios ignoto, y plasmarlas de forma tridimensional en su Mundo Espacio Temporal.
Evidentemente esa Creación podría ser muy bella, a nivel de Paisaje; pero sin vida, como que no servía para nada.
Dice la Leyenda gnóstica que el Eón Sophía convocó, de manera urgente, al Consejo Celestial de los eones solicitando ayuda para resolver tan grave problema. Tras la deliberación del Consejo Celestial se decidió que el Responsable último de la Creación, el Demiurgo que es una emanación del Eón Sophia, prestara su Alma para que su Creación tomara Vida.
Esa acción viene reflejada, de manera simbólica, en el soplo de aliento de Vida que Dios insufló en Adán y que, en éste Caso es el representante de toda la Creación como objetivo final de ésta.
Así, cuando El Demiurgo crea a Adan, recuerden macho y hembra los creó, da por concluida la Creación y en el simbólico Séptimo Día se echó a descansar.
Es importante decir que aún, hoy en día, nos encontramos en ese Séptimo Día y el Demiurgo, tras finalizar su Creación y depositar su responsabilidad de mantenimiento de Ésta, en sus arcontes, se encuentra descansando ¿En donde?, ¡En su Creación!, dado que es el Alma del Demiurgo, ese soplo de vida, la que mantiene activo a todo el Universo.
En el Segundo Uno de la Creación, el Alma del Demiurgo estaba contenida, íntegramente en Adán; es decir, en su Creación; pero al desarrollarse la dinámica de la procreación de todas las cosas, el Alma, no confundir con su Espíritu, del Demiurgo se fue fragmentando en infinidad de partículas para conformar nuevas almas de vida individuales y, a día de hoy, ese proceso continúa por lo que nuestros Científicos denominan como el Big Bang y que solo parará cuando el Universo frene su expansión y se revierta en el Big Crunch mencionado.
Ahora podrán, ustedes, mis amigos y amigas, comprender por qué cada vez que se produce un nuevo nacimiento, el Alma del Mundo, del Demiurgo, se fragmenta y por qué, con cada fallecimiento, el Alma del Demiurgo se desfragmenta; en tanto que esa Alma regresa al Espíritu del Demiurgo; pero claro, se trata de una desfragmentación temporal, en tanto que la fragmentación, tras nuevos nacimientos es contínua.
Esa fragmentación permanente y contínua del Alma del Demiurgo es el Accidente Cósmico al que las Religiones denominan como el Pecado Original. La toma del Fruto prohibido simboliza esa fragmentsción tras el proceso de procreación; pero no solo de los seres humanos y del resto de seres vivos, sino de toda la Creación; desde los diminutos procesos cuánticos hasta las masivas muertes y nacimientos de nuevos astros en el firmamento y que queda simbolizado en la Figura de Adán como objetivo último del Proceso Creador.
En suma, podríamos decir, sin equivocarnos demasiado, que todos somos células individualizadas de un inmenso Organismo, el Universo, que se mantiene vivo, en movimiento, gracias al Espíriru del Demiurgo y de su Alma fragmentada, mientras que el propio Demiurgo, en tanto que Entidad Divina, sigue descansando, inconsciente, en el seno de su propia Creación, nosotros. Pues bien, en tanto que la actividad del Creador cesó justo al acabar el Sexto día, tras dejar sus responsabilidades en manos de los arcontes es que la Creación comenzó a deteriorarse desde el minuto uno entrando en un proceso caótico y de degradación que sigue in crescendo hasta el presente.
Pues bien, dado que cada vida es una célula de un Cuerpo mucho más grande, no puede salvarse individualmente y debe de esperar a que el resto del Colectivo acabe su proceso de reparación o restauración conocido como Salvación.
"En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: "Vayan también ustedes a mi viña, y les pagaré lo debido." Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: "¿Cómo es que están aquí el día entero sin trabajar?" Le respondieron: "Nadie nos ha contratado." Él les dijo: "Vayan también ustedes a mi viña." Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: "Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros." Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: "Estos últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno. Él replicó a uno de ellos: "Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?" Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos"
(Mateo 19:23-30)
Con todo lo anterior tratamos de inculcar que no es posible salirse uno, individualmente, del Mundo. Hay que esperar hasta que la última partícula del Alma del Demiurgo se haya transfigurado y eso solo sucederá en el segundo final del fin de los días.
Ahora yo instó a que sea tu corazón, tras haberlo meditado en profundidad, el que decida si estás palabras son verdaderas o se encuentran erradas, porque toda Palabra es inspirada por Dios y hay que tratarla de manera simbólica y no al pie de la letra.
Espero vuestras preguntas al respecto.
En L.'.V.'.X.'.
¡Que las rosas florezcan sobre vuestra Cruz!
Frater Aralba R+C, SC de la FRA para España; Linaje Huiracocha, Aureolus, Camael, Amorifer.
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