domingo, 10 de diciembre de 2023

8.- Mandos Intermedios

  "Mandos Intermedios"


-El esquirolado directivo-


De estas cosas solo pueden hablar las personas ya jubiladas, en tanto que se encuentran libres de posibles represalias, y con una gran experiencia laboral por haber pasado por diferentes empresas, con diferentes estereotipos de dirección y estructura empresarial.


Creemos interesante exponer éste tipo de información, porque también es parte de la vida y muchos empleados pasan un infierno, soportando los caprichos prepotentes de sus jefes, lo que acaba produciendo estrés, ansiedad y ataques de pánico, lo que conlleva graves enfermedades tanto cardíacas como de cáncer.


De un tiempo a ésta parte, el organigrama de las grandes y medianas empresas se ha disparado. Ya, al parecer, no se conforman con un Presidente, unos consejeros, el Director General y los directores de los diversos negociados, como Contabilidad, Administración y Finanzas, Personal, Explotación y Producción, Siniestros en la compañías de seguros, Compras y Servicios generales como Mantenimiento, Correos y comunicaciones y, muy importante, ahora, Informática, I+D y redes sociales; que por cierto, se llevan una pasta por ocupar puestos de mucha responsabilidad, sino que, últimamente, se ha puesto de modas dividir los negociados en su negociados y departamentos; estos son los denominados como mandos intermedios y que dependen de los diferentes directores de negociados.


Así, podemos encontrarnos con un Jefe de Correos, de Mantenimiento y de Calle Center en Servicios Generales, Nóminas e impuestos y Tesorería en Contabilidad; etc, etc. Evidentemente, estos, sin ser responsabilidad directa del Director General, deben de poseer la confianza de sus respectivos directores de Negociado; pero, entonces, ¿Qué verdadera función cumplen los mandos intermedios y para los que no se requiere una Titulación Universitaria, sino unos conocimientos específicos de Formación Profesional. Podría pensarse que evitar responsabilidades a sus respectivos directores y, en parte es así; pero también servir de corta fuegos entre la Dirección, propiamente dicha, y la Fuerza de Trabajo de la Empresa; es decir, sus trabajadores.


Un cortafuegos, fundamental, para impedir que las reclamaciones de los trabajadores interfiera en el Trabajo de la Dirección; de hecho, existe la costumbre o norma, no es rita, de que los enlaces sindicales, en su mayoría, provengan de estos mandos intermedios y cuyo sueldo, sin ser equiparable al de los directores; sin embargo, sí que es superior al del resto de los trabajadores subordinados.


Todo ello, a parte de una indudable comodidad para los directivos, supone una salida de dinero importante y que impide que las empresas puedan dedicar, ese dinero, en mantenimiento e innovación; pero, además, hace que cuando la dirección, por cuestiones estratégicas, decide reducir gastos, estos se produzcan entre el Personal laboral y no entre los directivos y mandos intermedios.


Cuando esa reducción de gastos se produce, se despide, en general, a personal cualificado de base, manteniendo, sin embargo, al personal encargado del control y de la vigilancia de la Fuerza de Trabajo. Esto, por regla general, desemboca en una descapitalización de las empresas son capacidad de mantener la producción y, por lo tanto, su quiebra y definitiva desaparición.


En la mayoría de las pocasuones, tanto la dirección como los mandos intermedios no son personal debidamente cualificado para el puesto que ocupan; sino que suelen ser meras personas de confianza del Presidente y de los miembros del Consejo de Administración, como familiares, amigos, compañeros de universidad o de trabajos anteriores.


Los directivos, del mismo modo, suelen elegir como mandos intermedios a personal de confianza que puede provenir de la propia Empresa o de sus ambientes íntimos y familiares; pero ¿Qué es lo que se le pide, en general, a los mandos intermedios?, Ser los ojos y oídos de la Dirección, así como el engranaje transmisor necesario para cumplir las órdenes provenientes desde arriba.


Así, el Mando Intermedio se convierte en un confidente de sus jefes y el encargado de hacerles llegar, no solo como va la situación relacionada con la Producción de la Empresa, sino también si existen problemas personales de carácter laboral e intentar impedir que esos problemas interfieran en los escalafones superiores.


Al final, el Mando Intermedio no puede tener amigos ni entre la Dirección ni entre los trabajadores, en tanto que su labor principal es hacer de esquirol para con sus compañeros peor pagados y que son quienes, en el fondo, realizan todo el trabajo.


Pues, el Sistema relatado es el que se ha impuesto en casi todas las empresas del Mundo y, dado su elevado coste económico, difícil comunicación, tanto vertical como horizontal, lentitud en la transmisión de las ódenes, dada la existencia de tantos cortafuegos y reuniones de Trabajo entre los directivos y los mandos intermedios, que las empresas se han convertido en pesadas moles condenadas a su inevitable quiebra y desaparición; pero lo que es peor y por lo que todo lo anterior viene a cuento, una constante fuente de stress, ansiedad, ataques de pánico, infartos, úlceras de duodeno y diversos cánceres.


Enfermedades, muchas de ellas, que eran, antaño, patrimonio exclusivo de los miembros de la Alta Dirección; pero que como una epidemia se ha ido transmitiendo a los escalafones inferiores hasta llegar al propio personal laboral, dada la presión y control a la que se encuentra sometido, sumándole los problemas personales derivados de una inadecuada y escasa remuneración que suele conducir a una relación familiar también tóxica y fuente de enfermedades como las mencionadas y otras mentales como la depresión o enfermedades post traumáticas.


La solución que desde aquí les ofrecemos consiste en implicarse, en el Trabajo y entorno laboral, lo justo y necesario y nada más. No debemos permitir que el Trabajo influya negativamente ni en nuestras relaciones familiares ni en nuestra salud. Hay que perderle el miedo a perder el trabajo y estar siempre abiertos a nuevas oportunidades. El Miedo es paralizante y, siempre, fuente de numerosas enfermedades.


El Sistema está mal diseñado y siempre conduce a enfermarnos si no somos capaces de mantener el necesario control sobre nuestras vidas.


Aralba R+C 






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