“¿Por qué de las 7 luminarias, las siete estrellas y los 7 egregores de las iglesias y 7 mensajes diferenciados?”
-Ampliación explicativa de conceptos-
A.M.L. “Rosa Mística” de la F.R.A. en España
¡Paz, Tolerancia, Verdad!
Nos consta que la mayoría de nuestros lectores han entendido, en su mayor parte, el Mensaje a cada uno de los ángeles, egregores, de las 7 iglesias; pero algunos de vosotros sé que se está preguntando, aunque no lo manifestéis, ¿Por qué siete y no seis u ocho?, por ejemplo.
Cuando hablamos de Dios siempre salen a relucir los números del 1 al 9; pero hay especialmente cuatro números que son significativos y lo identifican a la perfección. No os preocupéis que también veremos, aquí mismo, los otros cinco números restantes.
1.- El 1, es evidente que representa la Unidad del Yo Soy, de lo único que, en verdad, existe. En éste sentido decir 1 es lo mismo que decir Todo. Dios es Uno y Todo.
2.- El 3 también nos resulta familiar por la Teología Cristiana de la Santísima Trinidad (hay que observar que algunas sectas cristianas, como los Testigos de Jehová no son trinitarias), Padre es el 1, el Todo, la Plenitud, el Pleroma de donde surge todo y que lo contiene todo. Es el Dios andrógino, padre-madre, ahí entraría el número 2, que autoengendra en sí mismo de sí mismo. Cómo resultado de ello surge el Hijo, que no deja de ser la manifestación, dentro de la Creación, del propio Dios Padre, siendo a Éste, el Hijo, quienes los cristianos lo denominamos como “Christos, Chrestos o Cristo”. El Hijo posee todas las cualidades del Padre, además de haberse manifestado en la Materia y, por lo tanto, se encuentra en todos los átomos de la materia en la forma de una Semilla Divina (espiritual) que debe de manifestarse y tomar consciencia en las criaturas de mayor complejidad estructural. Cristo, en tanto que el Hijo, es nuestro Hermano, Maestro y Señor; pero también el único y suficiente Mediador entre Dios Padre y nosotros los humanos. Por último, dentro de ese número 3, tenemos al Espíritu Santo que es consustancial tanto con el Padre como con el Hijo y manifestando sus mismas cualidades, en tanto que no estamos hablando, como sí hace la doctrina Cristiana, en sus catecismos, de tres personas diferenciadas, sino de tres cualidades principales de una misma Cosa, en éste caso Dios. El Espíritu Santo es la Gnósis, el Conocimiento, en forma de Fuerza Electromagnética, que a todos nos rodea y al alcance de cualquiera que sea iluminado por la Gracia de Dios. Al partir la manifestación física del Hijo (Cristo), en la Figura de Jesús de Nazaret, nos dejó el Espíritu Santo y que suele simbolizarse mediante una llama de fuego o una paloma resplandeciente. Cuando el Espíritu Santo, la Gnósis, entra en resonancia, es decir se sintoniza, con la Chispa de Espíritu Divino, Chrestos, que todos llevamos en nuestro interior se produce lo que se conoce como Iluminación o Iniciación; siendo entonces, solo entonces, investidos con la Gracia Divina de la Fe; sólo entonces podemos hablar de un Adepto Gnóstico de la Rosacruz o de un Ser Humano plenamente transfigurado y salvo.
3.- El 7 nos resulta familiar; pero poco más, en tanto que siempre se ha sabido que representa a la Perfección; es decir, el número 7 sería la representación de la Perfección Divina; pero ésta explicación se queda corta para aquellos que necesitan explorar en sus profundidades. Veamos, aunque Dios es Uno solo y aunque se manifiesta en tres formas aparentemente distintas, la Santísima Trinidad, su espectro de manifestación es infinito; pero ese 7 viene a significar el espectro que nosotros, como humanos, tanto en nuestra forma material como mental podemos manejar. Así tenemos que ese elegido número 7, no es otra cosa que los siete planos en los que es posible manifestarse el Ser Humano en su máxima expresión, a saber:
1.- Plano Físico o Químico
2.- Plano Etérico o Energético
3.- Plano Vital o de la Vida
4.- Plano Emocional o Astral
5.- Plano Mental o Psíquico (Memoria de la Tierra o Humanidad)
6.- Plano del Espíritu Humano o Pneumatico
7.- Plano de los Espíritus virginales o del Espíritu Divino. (Mundo de las Ideas o Memoria de Dios)
Éste último Plano, el del Espíritu de Dios es el que posee un espectro infinito que termina, como en una cinta de moebius, regresando al Plano Físico o Químico mediante el Universo Cuántico. Todo ese espectro de siete divisiones está constituido por un fluido denominado como Éter y que nuestros científicos conocen como Campo de Higgs y que no es otra cosa que la Substancia de la que está constituido tanto Dios como su Creación.
La división en siete partes del espectro infinito de la manifestación de Dios es una suerte de conjetura, herramienta de trabajo, con el fin de facilitar nuestra actual y limitada concepción del Absoluto, el Infinito y la Eternidad; dado que no existen unas fronteras perfectamente delimitadas entre los diferentes planos de manifestación. Damos esta prolongada explicación para que se entienda bien lo que vendrá después. El 7, también y por supuesto representa el Día de descanso, tras la Creación, y el Estado de letargo y somnolencia del propio Creador, dentro de su Creación. El Aliento de Vida del Demiurgo en nosotros que permanece latente como Chispa de espíritu o Átomo Simiente Crístico y que deberá de florecer y convertirse en Cristo en nosotros para dirigir nuestras vidas desde los tronos de la Mente y del Corazón y cumplir con nuestro Destino fijado.
4.- El Número 8 que, básicamente y sin entrar en profundidades innecesarias ahora mismo, representa el Absoluto, el Infinito y la Eternidad sin principio ni final de Dios, la Mente Cósmica, Creadora y Universal.
El número 4 representa la Creación de Dios mediante sus cuatro elementos fundamentales, Tierra, Agua, Aire y Fuego
El número 5 es la manifestación del Éter, en los Cuatro Elementos, proporcionándoles Movimiento y Vida. Representa al Ser Humano como ser animado.
El número 6 es, según Apocalipsis, el número del Hombre, en tanto que Regente de la Creación, dado que fuese manifestado, simbólicamente, en el sexto día de la Creación. Representa al Ser Humano neumático.
El número 9 es el número que representa encontrarnos en el fin de un ciclo y donde el siguiente paso sería el comienzo de un ciclo nuevo, en un nivel de experiencia superior, como sería, por ejemplo, el 10, el 20, 30… El número 9 también es la representación numérica de la Humanidad, en tanto que un único Ser Colmena; dado que la suma del primer 6 que representa su Cuerpo, con el segundo 6 que representa su Alma y con la suma del tercer 6 que representa su Espíritu da: 6+6+6=18=1+8=9
Tras ésta extensa explicación, creo que nuestros seguidores se encuentran en condiciones de entender que cuando en las Escrituras se habla de las Siete luminarias, siete candelabros o candeleros, se está hablando de la 7 manifestaciones del Espíritu de Dios en los 7 Planos de manifestación del Hombre, tanto en su faceta terrenal como espiritual.
Ahora estamos en condiciones de comprender que esas 7 lenguas de fuego, en la forma de 7 rayos se dirijan, cada uno, a los 7 Planos de existencia representados por las 7 estrellas y que no son otra cosa que cada una de las iglesias. 7 Iglesias que existen porque cada uno de nosotros, los feligreses vamos a decir, nos encontramos más en sintonía con uno de los 7 Planos de existencia. Así, por ejemplo, el Mensaje dirigido a la Iglesia de Éfeso podría no entenderse correctamente por un Miembro de la Iglesia de Esmirna o de Laodisea.
Los 7 Ángeles, a quienes van dirigidos los mensajes de Jesucristo resucitado, de las diferentes Iglesias: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiátira, Sardis, Filadelfia y Laodicea, son los 7 egregores creados por los templos del Espíritu Santo, feligreses, congregados en determinado segmento electromagnético del espectro del Campo Divino. Es muy importante comprender que las Siete Iglesias más que lugares físicos y geográficos son planos de manifestación existencial, tal que los ya enunciados.
Nadie, esto queremos dejarlo muy claro, vive exclusivamente en el Plano Físico, Etérico, Vital, Emocional, Mental, Neumático o Divino; en tanto que cada individuo es la suma sinérgica de su Estado particular en los diferentes planos de Existencia; pero es importante tener en cuenta que, siempre, prevalece uno de los planos sobre los otros y ésta es la necesidad de que existan los 7 rayos de manifestación Divina, cada uno con su Mensaje y que van dirigidos, exclusivamente, a cada uno de los planos de manifestación a los que podemos acceder, hoy por hoy, los seres humanos.
Por favor, creo haber contestado vuestras posibles dudas; pero os ruego, que si estas persisten por no habernos explicado convenientemente, nos lo hagáis saber para desarrollar nuestra explicación desde otro punto de vista y con el fin de que sea comprendida por todos nuestros lectores.
En Luz, Verdad, Amor
¡Que las rosas florezcan sobre vuestra Cruz!
Frater Aralba R+C; S.C. de la F.R.A. en España. Linaje Huiracocha, Aureolus, Camael, Amorifer.
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