domingo, 10 de diciembre de 2023

2.- Los dos sacerdocios

  "Los dos sacerdocios"


-Aarón Vs Melkisedek-


Ya vimos la diferencia entre el bautismo simbólico y testimonial del agua, mediante un ritual, y el bautismo efectivo de fuego del Espíriru Santo y que se produce interiormente. 


También hemos visto las diferencias existentes entre los ilusorios templos externos de los internos y lo que supone la configuración de lo que denominamos como Iglesia Cristiana o de Cristo, que nada tiene que ver con alguna Religión, externa, doctrinal y cargada de dogmas.


Hemos mencionado, de forma repetida, que el Cristianismo, la Gnósis y la Rosacruz no son religiones externas sino una Filosofía de Vida dirigida a la Salvación del Alma. Salvación que se produce mediante el Proceso de "Cristificación" y que culmina en la "Transfiguración"


Ahora, nos queda hablar del importante Concepto de Sacerdocio; existiendo un sacerdocio también externo, conocido como de Aarón, relacionado con el Bautismo del Agua y otro Interno y de fuego, conocido como de Melkisedek o de Aeth y relacionado con el Bautismo del Espíritu Santo.


El Sacerdocio de Aarón es el referido a las Entidades Religiosas y se transmite mediante imposición de manos en el entorno de un planificado y minucioso ritual religioso. Del mismo modo que el Bautismo de Agua. En principio, éste sacerdocio es meramente testimonial y no es efectivo, dentro del nuevo Sacerdote investido, hasta que no ha recibido su Sacerdocio de Fuego. Por decir así, el Sacerdocio de Aarón, siempre previo al de Melkisedek, es como una escuela preparatoria y vocacional antes de hacer efectivos los votos. Nadie sale Maestro  conductor, tras pasar por la autoescuela; pues así, el paso por la autoescuela sería semejante al Sacerdocio de Aarón y solo cuando el nuevo conductor comienza a conducir solo y se recibe a sí mismo, mediante la práctica, es que se producirá, semejantemente, el Sacerdocio de Melkisedek.


Digamos que existe una diferencia abismal entre los dos tipos de sacerdocio; pero para el primero solo se requiere interés, disciplina y vocación de servicio, mientras que para el segundo, además, se exige una auto entrega total al servicio del Templo de Cristo, la Humanidad, y de su Iglesia Universal.


El investido como Sacerdote de Aarón es simplemente un mediador sacramental entre la Iglesia externa y su feligresía, mientras que el Sacerdote de Melkisedek o de Aeth, funciona a modo de un Sacramento en sí mismo; en tanto que, mediante el proceso interno del Bautismo de Fuego, la Transfiguración final del Proceso Crístico, además de Sacerdote es Profeta y Mensajero de Cristo nuestro Señor.


El Sacerdote de Aarón, en principio, no debe de conocer que su destino es convertirse en un Sacerdote del Fuego Crístico; pero, aún así, se encuentra inmerso en el afán de servicio altruista que supone, los primeros pasos del Proceso de Cristificación. Solo cuando el Adepto se encuentra preparado es que su Maestro Interior lo inviste con sus verdaderos y definitivos votos sacerdotales.


Pero, al contrario que sucede en el ámbito religioso con el Sacerdocio de Aarón, en el que el investido solo es un mero intermediario entre la feligresía y su Iglesia material; en el de Aeth, el Sacerdocio no está pensado de cara al Público; sino de sí mismo. Ser investido con el Sacerdocio de Fuego supone haberse convertido en un Heraldo de Cristo, en una Imagen real del Salvador, cuyo carisma y poder es identificado por todas y cada una de las criaturas del Universo; de hecho, es aquí, en el Grado Rosacruz de Mago, donde se hace efectiva la condición de verdadero y definitivo Adepto de la Rosacruz.


Así, un Sacerdote de Melquisedec no es solo un vocacional servidor de la Humanidad, sino también un Profeta Velado; pero también, un Maestro de Templo y un Mago o Adepto de la Rosacruz; siendo la Rosacruz el novísimo Símbolo Sagrado del Proceso Crístico de Dios, simbolizado por la Rosa roja florecida, en el centro del Cuerpo del Hombre representado por la Cruz, cuya transfiguración final se simboliza mediante la estrella dorada o rayos de luz que surgen del símbolo para extenderse por el fondo celeste que representa al Cosmos.


Un Sacerdote, en último término, es un intermediario entre Dios y los hombres; pero un Sacerdote de Aarón siempre es investido por otros sacerdotes humanos mediante imposición de manos, mientras que el Sacerdocio de Melkisedek es puramente interior, siendo el propio Cristo, sin intervención externa de otros ni rituales, el encargado de investir al Nuevo Hombre, ya renacido, como Sacerdote del Espíritu Santo o Hermano Mayor de la Rosacruz.


Aralba R+C 





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