93.- Entrelazamiento Fantasía Humana/Inspiración Divina

 “Entrelazamiento Inspiración Divina/Fantasía Humana”

-La Literalidad Mística no es Historia, es Error-

A.M.L. “Rosa Mística” de la F.R.A. en España

¡Paz, Tolerancia, Verdad!

Cuando se dice y decimos nosotros también “Toda Escritura es Inspirada por Dios” es cierto; pero hay que considerar hasta dónde llega la Inspiración de Dios y donde comienza el Error Humano.

“Toda Palabra está inspirada por Dios para enseñar, para redargüir…”, no solo se refiere a esa colección de libros seleccionados y al que conocemos como Biblia, sino a cualquier creación humana que deje algún tipo de registro literario; y eso, por muy horrenda y perversa que sea su literalidad y muy ladino que haya sido el plan del ejecutor por confundir; en tanto que el Espíritu Divino, su Éter, permea hasta el último rincón del Infinito Pleroma, incluyendo las infinitas creaciones de sus eones; también la de nuestra amada Sophía.

Por lo anterior, es un delito, muy grave, contra la Humanidad, tanto el catalogar cierta literatura como maldita, ocultarla o destruirla, de forma pública o privada, con el supuesto buen fin, de que su contenido “aborrecible y herético no pueda llegar a algún despistado e ingénuo Buscador”

“Los Caminos del Señor son inescrutables” y nosotros no somos quienes para juzgar las decisiones de Dios; pero, tampoco, de ninguna de sus infinitas criaturas. Así, hasta la obra, aparentemente más humilde o aborrecible, contiene en su interior, la inspiración Divina necesaria para que alguien, quien sea que fuere, pueda encontrar el Camino hacia su Sabiduría Interior; es decir, la de Cristo, su Maestro Interno. 

Casi todos los exégetas bíblicos, con todo nuestro respeto, interpretan la Biblia y otros libros, denominados sagrados, a conveniencia; es decir, que cuando la literalidad da la razón a sus elucubraciones mentales la aceptan sin más; pero cuando no, acuden a que posee un significado simbólico y que su literalidad está de más.

La Cuestión es que el Espíritu de Dios vive en todos nosotros, en algún Grado, ya seamos gente perversa o santa, lo que significa que, siempre, en las capas más profundas de interpretación simbólica de la Palabra, se encuentra la Inspiración Divina procedente del Mundo de las Ideas del Pleroma, independientemente de la intencionalidad que haya podido tener del Autor. 

Según nos vamos separando de esas capas profundas de, no literalidad, y nos vamos acercando a la parte más superficial de los metadatos, nos encontramos con la Intención desnuda de su Autor y que, en muchas ocasiones, intentando echar la leña a su fuego, está plagada de fantasía y de mentiras históricas.

Esto es así, en tanto que como dijera Maquiavelo, el arrogante Autor considera que, encontrándose por encima del bien y del mal, “el Fin, siempre, justifica los Medios”; es decir, que sus fantasías, invenciones o descaradas mentiras, dicen piadosas, servirían para ayudar a alguien; pero lo cierto es que, ese error Humano, entrelazado con la inevitable inspiración Divina, solo sirve para confundir a los lectores y extraviarlos de su Búsqueda personal de la Verdad, su verdadero Objetivo en la Vida.

Así tenemos que toda Palabra escrita, por un lado, merece nuestro máximo respeto por ser de inspiración Divina; pero, por el otro, debemos de ser prudentes al aceptarla, al completo, con el fin de escudriñar en sus más recónditos recovecos y realizar nuestra propia interpretación. 

El Trabajo a realizar es similar al de “apartar el trigo de la paja”, intentando ser conscientes, según nuestra formación, intuición “inspiración” y sentido común, que “no todo lo que reluce es oro” y que debemos de estar “ojo avizor” a las posibles intenciones políticas del Escritor; pero sin perder, nunca, de vista que en el fondo siempre contendrá algún Mensaje Divino; quizá no para nosotros ni para la mayoría de la gente que lo lea; pero sí para una Persona determinada y para la que sí esté destinado el Mensaje Inspirado por Dios. Si su soporte, el trabajo humano, cargado de impropiedades, se destruyera, ese mensaje de la Deidad no podría llegar a su destinatario final. 

Ese es el principal motivo por el que, siempre, debemos de ser tremendamente respetuosos con el trato a los libros sagrados de las diversas religiones, aunque no sean la que nosotros seguimos  y sus mensajes externos nos pudieran parecer inapropiados, inmorales, perturbadores u obscenos.

Lo cual, dicho todo lo anterior, no quiere decir que aceptemos sin rechistar todo el texto, sobre todo la parte literal procedente de la Personalidad humana de su Autor; sino que debemos de ser precavidos y discriminar aquello que nos pueda servir de aquello otro que nos confundirá. Para que esto suceda, lo mejor que podemos hacer es estudiar los textos concienzudamente, meditarlos durante un tiempo determinado y permitir que sea nuestro propio Ser Interno el que saque sus propias conclusiones. Así jamás nos equivocaremos y aprenderemos a “leer entre líneas” todo mensaje inspirado por Dios del resto de escoria fantasiosa, generalmente mentirosa, que le sirve de soporte para poder manifestarse y cumplir con su objetivo oculto.

En Luz, Verdad y Amor

¡Que las rosas florezcan en vuestra Cruz!

Frater Aralba R+C; S.C. de la F.R.A. en España; Linaje: Huiracocha, Aureolus, Camael, Amorifer