"Templos de Piedra"
-El vano intento de construir el Cielo en la Tierra-
AML "Rosa Mística", de la FRA española
¡Paz, Tolerancia, Verdad!
"El Ser Humano es el único Animal que tropieza dos veces con la misma Piedra"
(Dicho Popular)
En las religiones; especialmente en las antiguas politeístas, los templos venían a ser como las mansiones donde los Dioses podían manifestarse, a los seres humanos, en la Tierra. Esa Idea es recogida por las religiones monoteístas que siguen edificando fastuosas edificaciones en la forma de templos, iglesias, catedrales y basílicas; quizá, no ya como la morada de Dios en la Tierra, sino como los lugares sagrados de reunión y donde poder rendir culto a Dios; pero también, y aquí es donde se encuentra el error, dar a luz y engordar a su Egregor particular; en tanto que cada Templo o edificación donde se reúne la gente posee su propio y particular Egregor.
"Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos."
(Mateo 18:20)
La mala interpretación del versículo de Mateo 18:20, ha dado pie a la proliferación indiscriminada de mansiones donde reunirse la gente para rendir culto a "Yaveh" y a su Hijo "Jesucristo"; pero aunque es cierto lo que se indica en el texto, nada se dice de que haya que hacerlo en el interior de construcciones cerradas; de hecho, los antiguos cristianos, antes de ser perseguidos, a modo y manera de Jesús, se reunían en el Campo y en los montes para predicar la Palabra de Cristo. Bien, en el Campo, al aire libre, no se genera ningún tipo de Egregor, en tanto que los egrégores no son otra cosa que fluctuaciones electromagnéticas de los individuos congregados y que terminan impregnando la totalidad de la estructura de los edificios; es decir, de las paredes y rincones de los templos externos.
No conociendo esta gran verdad gnóstica, en tanto que los templos, al principio grutas o cuevas, fueron utilizados para protegerse, no ya de las inclemencias del tiempo sino de la persecución romana, los cristianos terminarían, a modo y manera de las religiones anteriores, construyendo templos y más templos con la intención de ofrendar y homenajear a su Dios; pero no contaban con el terrible efecto secundarios de la generación de los egregores.
Las personas extremadamente sensibles pueden entender muy bien lo que es un Egregor, pues lo sienten cuando penetran en algún lugar donde se habitúa a congregar gente. Así, cada Gran Almacén posee su Egregor, cada Estadio Deportivo posee su Egrégor, cada Palacio de Congresos posee su propio Egrégor y, por supuesto, cada Centro de reunión religiosa posee su Egregor particular.
En numerosas ocasiones la gente sensible, sin saber por qué, se apega a la Iglesia de la que son habituales, sintiéndose, sin embargo, incómodos cuando visitan otras iglesias, aunque estas fuesen de la misma Corriente o Denominación. Ésta es la prueba fundamental del por qué los egrégores no son todos iguales, en tanto que depende exclusivamente de la calidad electromagnética de la gente que, en cada lugar, se reúne. El terrible error es considerar que el Egregor del Lugar no es otro que Cristo Dios.
Lo que quiere decir el versículo de Mateo es que, en tanto que cada uno de nosotros, como individuos, somos Templos del Espíritu Santo, siempre que nos juntemos dos o más, Cristo se manifestará; pero de ahí a pensar que Cristo Dios mora entre las cuatro paredes de una edificación determinada, va un abismo. Lo que en realidad mora en los templos de piedras son los egrégores y que no son otra cosa que "demonios", los demonios de todas las antiguas tradiciones, por favor no se vea desde un punto de vista satánico, dado que los demonios solo son fuerzas electromagnéticas que pueden provocar sensaciones diversas en los cuerpos sutiles de los individuos; desde una paz increíble y una atracción imparable hasta un desasosiego y repulsión sin nombre. Los egrégores, en ese sentido, funcionan tanto como protectores de la identidad de la Congregación, en tanto que puede suponer el rechazo de fuerzas contrapuestas, como de fuerza atractiva para con aquellos que vibran en una frecuencia idéntica o parecida al Egregor. Los antiguos constructores de las catedrales góticas conocían éste hecho y, por ello, las fachadas de sus construcciones estaban adornadas, ya no con figuras apostólicas, sino también diabólicas y, bueno, eso no son otra cosa que una representación simbólica de los egrégores que debería de generar el Templo, en tanto que fuerzas disuasorias para las personas non gratas, así como atrayentes para aquellos que pudieran ser bienvenidos.
La Rosacruz solo posee un Templo, el Templo del Espíritu Santo, que es invisible y se encuentra en todas y en ninguna parte. Esa aseveración reflejada en los manifiestos rosacruces del Siglo XVII, debería de ser significativa para nosotros, en tanto que tratamos de un Templo Simbólico que se encontraría en todos y cada uno de los hermanos de la Rosacruz, en tanto que cada uno de nosotros, siendo conscientes, somos el Templo del Espíritu Santo.
Así vemos que muchos, con la ingenuidad de la Ignorancia han intentado recrear los supuestos templos de Piedra del Cristianismo Primitivo, donde desarrollar las ceremonias e impartir los sacramentos y ¿Qué se ha conseguido con ello?, que cada vez la Gnósis haya sido perseguida a sangre y fuego hasta su disolución, pues los egrégores emanados de dichas construcciones son una terrible afrenta para los arcontes que gobiernan nuestro Mundo; es decir, los egregores generados son sentidos como una amenaza y es que en verdad lo son para el Sistema del Mundo. Un Templo Gnóstico posee su propio Egrégor que termina convirtiéndose en una diana para recibir los ataques de los defensores del Sistema del Mundo, los arcontes.
Por lo tanto, una forma inteligente de actuar, en favor de la perpetuidad de la Gnósis, sería no construir edificaciones donde congregarse y generar egrégores, sino seguir la directriz de la Rosacruz: "Repartirse por el Mundo y pasar desapercibidos"; pero "periódicamente, una vez al año, reunirse en el Templo del Espíritu Santo para compartir novedades" Si se dan cuenta es justo lo contrario de lo que sucede y de lo que la gente quiere.
Quisiéramos estar reunidos, no ya los domingos o los días convenidos, sino, a modo de una Secta, todos los días de nuestra Vida como si fuésemos una Gran Familia; pero lo cierto es que eso no funciona, en tanto que es imposible recrear el Cielo en éste Mundo y eso es algo que nos debe de quedar muy claro.
Las reuniones contínuas, periódicas y rutinarias no solo generan hermandad y fraternidad sino también roces y encontronazos que terminan degradando las relaciones primero, la asociación después y, lo que es peor, como resultado generando repulsa e incredulidad; con lo cual, algo que se había ideado para confraternizar termina generando discordia y enfrentamiento; pero esto es porque, aunque se pretenda aislarnos del mundo mediante las cuatro paredes de un Templo de Piedra, esto no es posible y la influencia de los arcontes se hará sentirse más pronto o más tarde.
Los seres humanos tenemos la gran capacidad de decepcionarnos los unos a los otros, en tanto que todos somos espejos de los demás y siempre vemos reflejados, sobre todo nuestros defectos, en los demás. Por lo tanto, es un error considerar que cuanto más tiempo nos encontremos juntos más confraternidad existirá. Lo cierto y lo que nos dice la experiencia, es que esa Fraternidad es mucho mayor con aquellos hermanos que vemos de cuando en cuando; es decir, que no se encuentran en permanente contacto con nosotros y solo tratamos con ellos de forma esporádica.
Para concluir diremos que se trata de un error muy grave construir templos de Piedra visibles a la Gnósis. Los templos de reunión deben de ser si no secretos, al menos muy discretos y apartados del Mundo Profano. Sé que la inmensa mayoría, con su mejor voluntad, consideran que la publicitación de la Gnósis es un gran Testimonio de conversión en los demás; pero lamentablemente eso no es así, y la visibilidad de nuestros templos de Piedra solo propicia envidias, recelos, miedos e irá. Si un Templo se termina visibilizando, lo mejor sería cambiar su ubicación. ¿Recuerdan el Símbolo del Templo sobre ruedas?
Es por todo ello que nuestro Templo del Espíritu Santo, nuestro Templo erigido a la Gnósis es invisible para los ojos profanos y se encuentra en todas partes en las que exista un genuino Estudiante de la Rosacruz o alguno de sus muchos discípulos; pero en ningún otro Lugar.
No busquen un punto de reunión físico donde confraternizar, con unos vinos o un café, primero, y donde generar chismes y envidias después. Recuerden que nuestro verdadero trabajo no es conocer a los otros, a los demás, sino a nosotros mismos. Nuestro Trabajo es Interno, hacia adentro y cuyas consecuencias, ineludiblemente, se manifestarán, en su momento, de manera externa.
En Luz, Verdad y Amor
¡Que los rosas florezcan sobre vuestra Cruz!
Frater Aralba R+C, SC de la FRA para España; Linaje Huiracocha, Aureolus, Camael, Amorifer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario