92.- Acéptalo, estás solo en ésto

 “Acéptalo, estás tú solo”

-Nadie vendrá, de fuera de la Tierra, a ayudarte-

A.M.L. “Rosa Mística” de la F.R.A. en España

¡Paz, Tolerancia, Verdad!

Quizá pensaste que Jesucristo te salvaría de la muerte en el último minuto, o que mandaría a sus ángeles custodios para arrebatarte e impedir que sufrieras la Gran Tribulación que está por venir; o, ¿Por qué no?, a una flota de extraterrestres para librarte se sufrir en los últimos días; pero siento decirte que ese Jesús que te han enseñado, esos ángeles y esos extraterrestres no existen, al menos en ésta Realidad, en la que tú y yo vivimos.

Pero también te tengo una grandísima noticia; dado que no necesitas la ayuda de algo externo a tí para afrontar las dificultades que te esperan; pues mira que te diga: Cristo está contigo, dentro de tí, siempre lo estuvo al mando de tu Poderoso Ángel custodio y ¿Que extraterrestres podrían venir a salvarte?, cuando tú mismo eres un forastero en éste Mundo; en tanto que tu Hogar pertenece a un Lugar fuera de la Tierra, muy lejano y al mismo tiempo muy cercano, en otra dimensión existencial junto a la Corte Celestial de los eones del Pleroma, al que pertenece nuestra Madre-Abuela Sophía.

Verás Cristo, el que vive en tu Corazón y que en algún momento de tu vida tomará el Trono de tu Cabeza, será quien te redima y transforme en lo que, en verdad, fuiste antes de su degradación y exilio a éste Mundo Prisión-Sanatorio de Redención. Pero Cristo no vendrá, de forma literal, en las Nubes montado a lomos de corceles blancos alados y acompañado de una legión de ángeles armados y acorazados; sino de forma simbólica cuando tome el Control absoluto de tu Mente y devuelva los poderes de Dios que te corresponden por ser un fragmento, una Alma, del Espíritu Creador o Demiurgo y, por lo tanto, una emanación eterna de la propia Sophía, la madre de todo lo que existe, también de Gaia la Naturaleza y de la Consciencia Cósmica que mora en éste Universo. Por lo tanto, no te sientes a esperar, en el dintel de tu casa, la llegada de Jesús, como General Victorioso, atravesando la atmósfera de la Tierra. Entra dentro de tí y lo verás sobrevolar sobre las Nubes de tu Mente y sentarse en el Trono que siempre le correspondió.

Verás, te contaré una Historia: entre los Divulgadores de la Ciencia, se encuentran los conservadores y que no creen en nada que no puedan observar en sus laboratorios, los cartesianos, y luego están los especuladores que hacen física matemática sobre las pizarras de sus despachos; pero, cuyos resultados son imposibles de reproducir en los actuales laboratorios existentes. 

Los primeros están cerrados a las maravillas de lo desconocido; pero los segundos, como Ícaro, se elevan tan alto que se despegan, absolutamente, de la Realidad y terminan estrellándose contra la Evidencia. Estos segundos te cuentan que la Realidad no existe; pero esto es absolutamente falso.

Precisamente la Realidad son los barrotes ilusorios de la Prisión en la que estamos encerrados y de la que no podemos escapar sin pasar por el Proceso de Cristificación y que pasa por permitir que ese Germen Divino, Cristo, se siente en los mandos de tu vehículo de manifestación, tu Corazón, sede de tus emociones y la Cabeza, sede de tus pensamientos. 

Solo cuando Cristo gobierne tu vida, al completo, es que tus sentimientos serán nobles y tus pensamientos puros, permitiendo así, solo entonces, traspasar esos barrotes inexistentes de tu Realidad. Porque tu realidad, la Realidad no es la Verdad.

Mirad, el Universo está constituido o regido por unas series de leyes, los arcontes, que impiden el poder viajar de unos mundos habitados a otros mundos habitados, y estamos en condiciones de afirmar que son infinitos los mundos habitados. 

Gracias a la Ciencia Ficción estamos mentalizados con que, de una u otra manera, podremos burlar a algunas de las leyes básicas de la Física, pudiéndonos trasladar de unos mundos a otros y, aunque somos parcos en utilizar la Palabra imposible, en éste sentido, no nos queda otra que utilizarla; es decir, es imposible que nosotros u otra civilización súper avanzada del Universo pudiéramos visitarnos debido al abismo del Espacio-Tiempo y la imposibilidad de ser traspasado por los cuerpos materiales. Por lo tanto, no esperes que los extraterrestres vengan a abducirte en sus naves y así poder evadirte de tu triste Realidad. Eso solo lo podrás lograr tú mismo cuando asciendas a otro nivel vibratorio mediante tu Transfiguración, proceso final de la Cristificación. Solo entonces la Realidad será para tí una mera ilusión, mientras tanto esos barrotes que te mantienen aprisionado, fruto de la acción automática de los arcontes, serán tan sólidos y tangibles como el acero.

No lo olvides, ciertamente, matemáticamente todo es Energía en diferente nivel de vibración; pero aún así la materia constituida por un muro de concreto armado no podrá ser traspasada por el Cuerpo que aprisiona a tu Espíritu, por mucho que las matemáticas te digan que eso podría ser posible bajo determinadas circunstancias. Así, del mismo modo, el Teletransporte seguirá siendo solo posible a nivel cuántico y los viajes a mayor velocidad que la Luz no podrán ser utilizados en un ámbito físico sino solo Espiritual. 

Si quieres viajar a otros mundos deberás aprender a hacerlo con la imaginación, como vienen haciéndolo los pensadores, desde el comienzo de la existencia de la Especie Humana.

Te he proporcionado dos noticias, una mala y otra buena. La mala es que tu salvación jamás podrá venirte del exterior a tí.mismo. La buena, que dentro de tí se encuentra el Poder, Cristo, para tu liberación de ésta Prisión ilusoria y posterior retorno a tu Verdadero Hogar Celeste junto al resto de almas que conforman el Espíritu del Creador, el Eterno Hijo de Sophía.

Recuerda que Cristo debe de nacer en tu Corazón queriéndolo con la misma fuerza con la que deseas el aire que respiras y te permite vivir, alimentar al Niño Dios con tu Personalidad, con su propia esencia material, y permitirle ascender a los mandos de tu Mente y que tome el Control absoluto. Solo así podrás ser llamado Cristo, Hijo de Dios y podrás sentarte a la diestra del Padre, del Pleroma, junto a Sophía y el resto de sus eones del Consejo Celestial.

En Luz, Verdad y Amor

¡Que las rosas florezcan sobre vuestra Cruz!

Frater Aralba R+C; S.C. de la F.R.A. en España; Linaje Huiracocha, Aureolus, Camael, Amorifer