"Actos de Magia"
-La Magia Desvelada-
Antes de que te levantes, mientras duermes, y después durante el periodo de vigilia, tu mera existencia es pura magia; el que puedas moverte, vivir o pensar, son puros actos de Magia. Cuando te engendraron y naciste, tus padres hicieron magia; pero Magia también son los inventos del Hombre, en tanto que él fue creado con magia y tú, como parte de la Humanidad, también puedes hacer magia. La Magia te rodea, tanto por las cosas naturales como por las cosas diseñadas y venidas a ser por el Hombre. Vives tan rodeado de la Magia, que no eres consciente de su existencia, del mismo modo que no somos conscientes del aire que nos permite respirar o del agua para los peces y que les resulta tan propio y natural.
El que todos estemos, constantemente, haciendo magia, no significa que todos seamos magos. El Mago, Adepto o Iniciado, se diferencia del Hombre ordinario por ser consciente de su magia e intenta, al menos eso, encauzarla por los derroteros ya mencionados; es decir, de hacer el bien, curar a los enfermos y beneficiar a la máxima gente posible sin mirar si al Mago le caen bien o mal dichas personas. Ya conocéis el dicho "Haz el Bien y no mires con quién".
Los medios que utiliza la Magia para expresarse son tres, el "Pensamiento", incluyendo las emociones, la "Palabra" y las "Obras", ya sea por acción u omisión. Los que se encuentren familiarizados con los dogmas de la Iglesia Católica, conocerán que también esos tres son los medios por los que se manifiesta lo que ellos llaman el Pecado: Se peca por "Pensamiento, Palabra y Obra"; en realidad, eso que llaman pecado es actuar de forma inconsciente o de forma inadecuada sobre los medios por los que se Manifiesta la Magia del Hombre en el Mundo.
En cualquiera de los casos, siempre que se emitan malas vibraciones, al Éter, mediante los pensamientos de envidia, rencor, desprecio y odio; ya sea de forma consciente o inconsciente, estamos haciendo Magia Negra. Una Magia terrible pues además no está focalizada sobre el sujeto receptor y, en el camino hasta su objetivo, va rebotando y perjudicando a terceros que nada tendrían que ver con el sentimiento terrible del emisor. Como sucede, siempre, en Magia, ya sea ésta Blanca o Negra, una vez cumplido su objetivo retornará al Emisor, con el mismo efecto emitido; pero amplificado. Esto quiere decir, que la Ley de Causa Efecto siempre hace su aparición, trayéndole pena y mal, amplificados, a aquel que emitiera dicho pensamiento o emoción. Por el contrario, aquellos que mantienen en orden sus pensamientos y emociones, emitiendo solo vibraciones de amor, recibirán a cambio esa misma Energía positiva; pero amplificada, como si se recibieran los intereses de alguna inversión.
Del mismo modo, si emitimos palabras que sean insultos, chismes y exabruptos varios, la fuerza vibratoria de la Palabra seguirá, activa, mediante el Efecto de Transferencia, hasta llegar a su destinatario, ocasionándole algún tipo de daño emocional. La Magia de la Palabra, del mismo modo que la del Pensamiento, va provocando bien o daño, dependiendo de su intención primera, hasta llegar a su objetivo; pero de forma invariable se volverá hacia el Emisor, trayéndole deuda de Destino en caso de las bajas vibraciones o un pago en bondad, en caso de que la vibración vocal emitida haya sido positiva y constructiva.
Mediante las obras también realizamos Magia; pero en éste caso es más directa que mediante la Palabra y muchísimo más cercana que mediante los pensamientos y emociones. Así, golpear a alguien le hará daño y, muy probablemente, también a nosotros por el mero hecho de haberlo golpeado y, también, porque, casi con total seguridad, el golpeado responderá golpeándonos a nosotros; pero esa Magia por Acción u Omisión, en el caso de que viésemos alguna injusticia contra alguien y no actuáramos, no se circunscribe solo a golpear con nuestros puños a alguien a quien le deseemos el mal. Esa Magia pueden ser zancadillas anónimas en el trabajo, poniéndole trampas a nuestro elegido contrincante para que no le quede otra que caer en ellas o no ofreciéndole auxilio, tanto si nos lo pide como si nosotros observamos que lo necesita. Así, magia blanca es ofrecerle nuestro brazo a un viandante invidente que necesita cruzar la calle o magia negra si le invitamos a cruzar la calle cuando sea peligroso.
Bien, hasta ahora hemos tratado acerca de la Magia cotidiana y que, en la mayoría de las veces, se produce de forma inconsciente por gente que ni saben lo que es la Magia ni conocen el poder mágico que como seres, con Chispa de espíritu, poseen; es decir, la producida por gentes que no son magos, adeptos o sacerdotes de la Gnósis, iniciados.
Pero, no olviden, que magia también es poder ir más rápido que andando o corriendo mediante algún medio de automoción externo. Magia es poder hablar o transmitir mensajes a alguien que se encuentra lejos de nosotros, ya sea mediante un telegrama, un email o una llamada telefónica. Magia también es poder observar lo que sucede en el Mundo a muchos kilómetros de distancia o conocer lo que sucediera en un pasado remoto mediante las herramientas científicas de la antropología, la paleontología o la arqueología. Magia es, igualmente, volar en avión o trasladarnos al espacio exterior mediante vehículos especializados para tal fín. Así podríamos seguir, llenaríamos una enciclopedia entera y no acabaríamos nunca; siendo lo curioso del caso, que muy pocos son conscientes de que tener luz eléctrica en casa o comunicarnos por Internet son actos de pura Magia. En éste sentido, del mismo modo, dependiendo del modo en que se utilicen o para qué se utilicen dichos medios, se estará realizando Magia Blanca o Magia Negra; es decir, si un medio de comunicación se está utilizando para mentir y manipular a la audiencia se estaría realizando Magia negra; pero si, por el contrario, se usase para transmitir la verdad y formar a las personas, se estaría haciendo uso de la Magia Blanca.
Así, vemos que nuestro Mundo está sumido en una aureola de Magia Negra que se ha venido construyendo desde tiempo inmemorial; en tanto que la mayoría de los pensamientos, palabras y acciones son fruto del egoísmo y se realizan sin contemplar el posible daño que se realice a los demás.
Los rituales mágicos, como los sacramentos, son muletillas que suelen utilizar los aprendices de Mago avanzados con el fin de reforzar su Voluntad a la hora de proceder a emitir una Vibración Mágica amplificada. Con esto tratamos de decir, que ni el Ritual ni el Sacramentos son mágicos en sí mismos, sino los actos del Mago mediante su pensamiento, palabra u obras; pero sí resulta. una ayuda útil para aquellos que se están formando en las artes mágicas y que esperamos, siempre sean de Magia Blanca y Teurgia.
El Verdadero Mago no necesita de una varita de cedro o cetros, con gemas, canalizadores de la Magia. Tampoco requiere perder el tiempo en desarrollar un ritual mágico. El Verdadero Mago cumple con sus deseos universales de bondad y amor al instante, ya sea enfocando, en su momento, los pensamientos, vocalizando las palabras adecuadas o realizando actos benéficos hacia sus semejantes. El Mago conoce que la Ley de Causa y Efecto, reacciona de una u otra manera dependiendo de las circunstancias. Así, el Adepto Rosacruz conoce cuándo los efectos de la Causa puesta en acción serán inmediatos o se notarán a medio o largo plazo.
El Mago conoce que la forma más eficiente de desarmar a un potencial enemigo es remitirle pensamientos, palabras y actos de amor. Por eso también dijo Jesús, "Si os golpearan en una mejilla, poned la otra"; al principio esto podría parecer un despropósito; pero solo hay que conocer la Ley Natural para ser conscientes de que, como los lobos en una pelea, nuestro adversario dejará de agredirnos si le mostramos abiertamente que somos sumisos y no ofrecemos algún peligro para él o para la consecución de sus propósitos egoístas.
El Mago, como nada en el Mundo o sobre él, es perfecto; es decir, está sujeto a cometer fallos imprevistos y, por lo tanto, también a recibir efectos negativos y perjudiciales como consecuencia de sus actos mágicos conscientes, en tanto que la Magia es posible gracias a las fuerzas del Mundo que gobiernan los arcontes. Así, es posible ver, a verdaderos magos sufrir las consecuencias negativas de sus actos mágicos, asumiendo toda la responsabilidad por haberse equivocado y haber puesto en juego unas fuerzas que creía poder controlar; pero que, sin embargo, no fue así.
Por tanto, el Mago, a parte del Conocimiento de las leyes que actúan en la Magia, mediante el uso o manipulación, de las leyes naturales, debe de poseer una gran paciencia y un alto grado de prudencia; es decir, el Mago procederá a parar el Acto mágico si no está plenamente seguro de que los resultados sean los apetecidos. Un Mago debe de estar, siempre, dispuesto a responsabilizarse de sus errores, con el fin de no perjudicar a terceros, aunque ello pudiera llevarlo a la Muerte.
La Formación del Mago dura toda su Vida y conlleva esfuerzo, interés y grandes dosis de bondad para con la Humanidad. Un Mago jamás buscará su bien personal sino el de todos los demás, sin importarle si son amigos o enemigos; en tanto que conoce que, en Cristo, todos somos hermanos y una misma Cosa en Dios.
El Mago procura mantener su Mente en calma, su boca cerrada y sus acciones en un permanente latente estado de espera, porque conoce que cualquier cosa que piense, vocalice o haga tendrá muy graves consecuencias, tanto para él mismo como para sus hermanos.
Aralba R+C
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