miércoles, 13 de diciembre de 2023

75.- La Gente no está bien

  “La Gente no es buena”


-Pero hay que amarla-


A.M.L. “Rosa Mística” de la F.R.A. española


¡Paz, Tolerancia, Verdad!







Estamos acostumbrados a leer y escuchar, cual Rousseau, que la gente es intrínsecamente buena; es decir, que nacemos sin maldad y que son las experiencias del Mundo las que nos convierten en malvados; pero esto es falso. Somos malos y por dicha causa es que estamos recluidos en ésta Prisión, Hospital, Cósmica que es el Mundo.


No podemos saber si llevamos aquí mucho tiempo o, por el contrario, somos unos recién llegados; pero lo cierto es, que si andamos por estos lares es porque no nos quieren de donde procedemo, al menos en la Condición en la que en la actualidad nos encontramos. Y ¿Cual es esa condición?, la de enfermos: la enfermedad del Caos, del Mal, de la Ignorancia.


Estamos en éste Mundo por dos motivos, el primero para curarnos y así poder retornar a nuestro Hogar sanos y el segundo para no contaminarlo con el Caos que rebosan nuestras almas.


De hecho, el Mundo es una burbuja de espacio-tiempo completamente aislada del resto del Pleroma; es decir, se encuentra dentro del Pleroma; pero no posee contacto alguno con el Pleroma.


En realidad el título de ésta reflexión está equivocado, pues vemos que no es que la gente no sea buena; es decir, que sea intrínsecamente mala sino que debería de ser “no está buena o está mala” en sentido terapéutico, y es por dicha circunstancia que la función principal de la Rosacruz es curar a los enfermos; en tanto que toda la Humanidad está enferma porque todo el Universo, la Creación, también se encuentra enfermo desde el mismo instante de su concepción; y de ahí, el término de Pecado Original.


Bien, esperemos que se entienda la concepción del Mundo como un Sanatorio integral; es decir, no solo de asuntos físicos o psiquiátricos. Aquí venimos a reconstruirnos desde cero y para ello utilizamos unos moldes o cuerpos temporales, prestados, que solo son una burda imitación del Cuerpo Místico que deberíamos de ostentar y el cual nos espera al final de nuestro Destino.


Solo cuando el Cuerpo Integral, del Ser, haya sido reconstruido a base de martillo y cincel, es que podremos salir de éste Centro Médico de Salud física y mental, para poder retomar nuestro vuelo, ya sin algún impedimento, hacia nuestra Morada Original.


Como siempre hemos dicho: Dios, el Pleroma, no puede prescindir de ninguno de sus mundos, del mismo modo que la Humanidad no puede prescindir de alguno de sus miembros.


Del mismo modo que debemos de amar a nuestro Cuerpo, aunque se encuentre tullido, así debemos de amarnos entre todos, puesto que Santo, libre de maldad, no hay nada más que Dios.


Feliz sanación


En Luz, Verdad y Amor:


¡Que las rosas florezcan en vuestra Cruz!


Frater Aralba R+C; S.C. de la F.R.A. para España; Linaje Huiracocha, Aureolus, Camael, Amorifer




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