miércoles, 13 de diciembre de 2023

66.- La moral pacifista del genuino Cristianismo

  "La Moral pacifista del genuino Cristianismo"


-Hacemos justo lo contrario de lo que dijo Cristo y tenemos el descaro de denominarnos Cristianos-


A.M.L. "Rosa Mística" de la F.R.A. española


¡Paz, Tolerancia, Verdad!





"Si alguien te pega en una mejilla, ofrécele también la otra; y si alguien te quita la capa, déjale que se lleve también tu camisa. A cualquiera que te pida algo, dáselo, y al que te quite lo que es tuyo, no se lo reclames. Hagan ustedes con los demás como quieren que los demás hagan con ustedes."

(Lucas 6:29-31)


Es un terrible error mezclar los requerimientos de las diferentes dispensaciones. En la dispensación del Antiguo Judaísmo era lícito cumplir el "Ojo por ojo y diente por diente"; pero en la nueva dispensación del Nuevo Testamento, tras la predicación de Jesús de Nazaret, la Ley antigua de la Venganza fue sustituida por la de la Comprensión, la empatía, y el Amor.


Nadie por un simple dolor muscular se extirparía el brazo. Nadie por un dolor de cabeza pediría ser decapitado, ni nadie con dolor de estómago se extirparía los intestinos. Lo que tratamos de indicar es que, los humanos, aunque parezcamos individuos diferenciados, unos de otros; sin embargo, somos células de un Individuo Colectivo denominado Humanidad, así como el Colectivo Humano es una mera célula de otro colectivo más grande denominado Gaia y la suma de todos los mundos confirman al Ser Cósmico por despertar, nuestro Universo, al que los Cabalistas denominan como Adam Kadmón y que no será otro que el Demiurgo reconstruido y con experiencia del Universo material y espacio temporal.


Cada Ser Humano viene a ser como un pequeño Órgano o Célula del Universo y, del mismo modo que es de Sentido común, intentar solucionar el problema sin extirpar un órgano, así debemos de mirar a nuestros semejantes. La culpa de que nos duela un dedo no es culpa del dedo aledaño, así que jamás se nos ocurriría extirparnos un dedo porque nos duele el de al lado.


Cuando decimos que todos somos hermanos es algo mucho más profundo que determinar una filiación parental en los simbólicos Adán y Eva. Decir que somos hermanos en Cristo es afirmar que somos hijos de Dios y pertenecientes a una extirpe Divina. Estamos todos conectados, más íntimamente que las abejas miembros de una colmena o que las obreras de un hormiguero. En realidad todos somos parte de un mismo cuerpo y dañar a una de sus partes sería como dañarnos a nosotros mismos.


Las guerras, la violencia que existe en nuestro Mundo es una falla, una anomalía cósmica que los iluminados; es decir, los debidamente iniciados, conocedores de la Verdad, la Gnósis, no pueden entrar en el Juego provocado por dicha falla.


El conocer este hecho, es suficiente para que menospreciemos nuestra propia vida respecto de la vida de los demás, por muy miserable que pudiera parecer por las circunstancias que lo rodeen.


La cuestión es que Cristo, por medio del Nazareno, nos dijo que Amar no era amar a nuestros amantes, hijos, parientes cercanos y amigos, sino que Amar supone respetar y apreciar incluso a aquellos que nos hagan daño; en tanto que conocemos que quienes así actúan, lo hacen por mera Ignorancia al estar afectados por la falla que afecta al Mundo entero.


Amar a nuestro Enemigo es exactamente lo mismo que amarnos a nosotros mismo y, consecuentemente, amar a Dios. Aquellos que sean afectados por la falla actuarán ignorantemente y son dignos de lástima y de ser ayudados por nosotros más que juzgados y ajusticiados.


La vida que observamos no es más que un Personaje de una Obra de Teatro Cósmico. La Verdadera Vida trasciende de la vida ordinaria y, por lo tanto, nuestra vida tiene la importancia que tiene; pero actuar dañando la vida de otros por proteger la nuestra o la de otros es un error, dado que aquello que suceda será aquello que esté escrito en nuestro Destino y nada más. Si tenemos que vivir viviremos, si tenemos que morir moriremos de forma inevitable. Por lo tanto, si matamos para defender nuestra vida estaremos cometiendo un Delito contra nosotros mismos, contra nuestro Ignorante Hermano en Cristo, contra la Humanidad, que es decir lo mismo que contra una parte de Dios.


Pudiera parecer a muchos, lo expuesto, como algo muy radical; pero es la verdad aunque no se entenderá hasta que no se esté iniciado y en contacto con el Maestro Interior; es decir, ser consciente de ser uno con el Todo.


Y ¡ojo!, no se trata de que con el cambio de dispensación se haya cambiado una Ley por otra, sino que la Ley Superior de la Gnósis, el Amor, prevalece sobre las normas mundanas de supervivencia de los individuos y grupos familiares.


En Luz, Verdad y Amor


Que las rosas florezcan sobre vuestra Cruz.


Frater Aralba R+C, S.C. de la F.R.A. de España. Linaje Huiracocha, Aureolus, Camael, Amorifer.


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